Para las personas, la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS de 1948 contiene los fundamentos de conducta innegociables, a través de los cuales TODOS NOS HEMOS COMPROMETIDO a respetarnos entre nosotros con el objetivo de garantizar unas relaciones armónicas.
La Declaración representa entonces aquellos mínimos básicos éticos de conducta exigibles a todos los seres humanos, y su observancia implica el reconocimiento de la DIGNIDAD HUMANA.
Semejante documento, formalizado en las Naciones Unidas, nos caracteriza como sujetos de esas garantías y nos impone la obligación permanente de hacerlos reales, todos los dias y en todo contexto, siendo su columna vertebral: LA LIBERTAD, LA JUSTICIA, LA PAZ Y LA IGUALDAD,
Tales garantías, TUS DERECHOS COMO SER HUMANO y tu OBLIGACIÓN de respeto frente a otros, son:
La vida y la salud, la personalidad jurídica, a defensa judicial, la intimidad, la libre locomoción, de asilo, a formar libremente una familia, a la propiedad, libertad de pensamiento, de religión, de opinión, de reunión y asociación pacífica, a participar en el gobierno, a la seguridad social, a la satisfacción de los derechos sociales, culturales y económicos, al trabajo y al salario justo, a descansar, a la calidad de vida, a la protección integral para los niños y sus madres, a la educación, al beneficio de los avances científicos, a la propiedad intelectual y a que estos derechos le sean reconocidos aún por la fuerza y con la colaboración de las autoridades.
Te invito a reflexionar respecto a estos mínimos éticos que te hacen escencialmente digno, que te aseguran una vida de calidad y que imponen límites a tu conducta.
Es hora de convalidarlos, de hacerlos realidad: HAS TU PARTE para que el otro, HAGA SU PARTE y así, juntos retornemos a la cultura del respeto por la DIGNIDAD DEL SER HUMANO, es solo cuestión de voluntad.
Gracias por leer mi blog, deseo que todas tus metas y objetivos es estén desarrollando apropiada y convenientemente.
Hasta pronto.
Mauricio G.
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